Consejos para cuidar Plantas en Macetas

La planta en maceta está en desventaja con respecto a aquella que se encuentra en el suelo, esto es porque no puede desplegar sus raíces libremente. Y si a este problema le añadimos que el clima tampoco es el original, podríamos decir que las estas especies presentan un problema y que necesitarán mayor atención para su cuidado.De acuerdo a la coloración de las hojas, podemos saber qué tipo de sustrato necesitan. Por ejemplo, las hojas verde intenso requieren de un sustrato levemente ácido, por lo que necesitará que se le incorpore hojas de pino molida o turba para mejor la acidez.

Por el contrario, si las hojas son de un color amarillento, un mantillo común con ph neutro o un poco alcalino será suficiente.

 

  • Clima. El tamaño de las hojas es buen indicador del clima que requiere una determinada planta en maceta. Aquellas cuyas hojas son muy voluminosas y con poco espesor, son ideales para lugares con mucha humedad. Las que posean hojas más gruesas o sean de menor volumen, necesitarán menor riego ya que provienen de lugares en los que llueve menos.
  • Origen. Lo ideal es preguntar y buscar consejos en los viveros, y de esa manera poder averiguar lo más que podamos sobre el origen de la planta y sus necesidades, para luego poder actuar en consecuencia. También puede ser de utilidad saber si la misma se reproduce por esquejes o semillas, de esa manera sabremos que una alegría del hogar o geranio florecerán mejor de acuerdo a su procedencia.
  • Hombre. ¿Por qué hablamos del hombre como factor importante para el crecimiento de las plantas en macetas?. Muy sencillo, porque es el único que puede modificar los tres factores anteriores.

Las plantas en macetas nos dan la posibilidad de aportar color, vida y beneficios para la salud en cualquier hogar en el que se encuentren. Somos nosotros quienes las elegimos, las cuidamos, las regamos y las consideramos parte de nuestro hogar. Por todo esto, podemos determinar que es imprescindible conocer cada especie que tengamos, su origen, necesidades y cuidados, para que la planta pueda lucir todos sus atributos.

¿Como Trasplantar a una Maceta más grande?

Las plantas necesitan espacio para crecer. Sobre todo cuando se encuentran en una maceta, hay que procurar que dispongan de un entorno suficiente para desarrollarse. Por ello, cada cierto tiempo es conveniente trasplantarlas a un tiesto mayor. En concreto, cuando las plantas crecen muy rápido o son jóvenes, conviene cambiar de recipiente cada año al final del invierno. El resto de ejemplares pueden trasplantarse cada dos o tres años, según el ritmo de crecimiento.

Para saber cuándo hay que realizar el trasplante, basta mirar el orificio inferior de la maceta. Si se aprecia que las raíces de la planta salen al exterior, es el momento de cambiar el recipiente. La planta debe crecer sin limitaciones y, además, es importante que el orificio de drenaje esté libre. Para ello, el nuevo tiesto debe tener un diámetro mayor que el anterior. Con un máximo de cuatro centímetros suele ser suficiente.

Cómo trasplantar

La operación de trasplante debe ser muy cuidadosa con la planta. A menudo, los vegetales son demasiado débiles, por lo que hay que actuar con delicadeza para no estropearlos. De igual manera, en el fondo del nuevo recipiente hay que formar una capa drenante que ayude a dar salida al exceso de agua.

Sobre esta capa, se coloca una base de sustrato (mantillo) para favorecer el desarrollo de los vegetales y, una vez preparada la nueva maceta, se procede a sacar la planta del anterior recipiente. Para ello, se vuelca con cuidado y se extrae sin forzarla ni tirar del tallo. Si la planta se resiste, se pueden golpear las paredes de la maceta o emplear un cuchillo para separar la tierra del tiesto. Una opción más drástica consiste en romper el recipiente.

Antes de proceder al trasplante, hay que asegurarse de que las raíces no están enredadas. Si es necesario, se puede eliminar la parte más enmarañada. También conviene retirar la tierra sobrante del cepellón para que no entorpezca su desarrollo. A continuación, se coloca la planta en la nueva maceta, se añade sustrato hasta cubrir la parte superior del cepellón y se aplasta la tierra con las manos.

Si la tierra se encuentra húmeda, no es necesario regar la planta. Sí conviene, no obstante, situarla en un lugar protegido durante varios días, sin que esto suponga una modificación de las condiciones a las que estaba sometida antes.

Cuidar la tierra

Las raíces deben desarrollarse en un entorno favorable para no encontrar obstáculos en su crecimiento. Por ello, resulta conveniente aumentar la dosis de riego durante las dos semanas posteriores al trasplante. De esta manera, se asegura la humedad del sustrato, siempre que se evite el encharcamiento.

La tierra común tiende a endurecer y apelmazarse en las macetas. Cuando esto ocurre, el paso de oxígeno a las raíces queda interrumpido y se frena el drenaje. Un buen mantenimiento de la tierra garantiza la salud de las plantas y favorece su crecimiento en buenas condiciones.